Mobiliario urbano sostenible,los ceniceros

Cada vez que hacemos referencia al modelo futuro (prácticamente presente) de las ciudades inteligentes y, en concreto, al mobiliario urbano sostenible que las conforma, enseguida comenzamos a pensar en marquesinas con paneles solares, jardineras regadas por sistemas informatizados o bancos con conexión wifi. Cualquier elemento tradicional es digno de una smartcity solamente cuando se integra con algún dispositivo vanguardista y, a priori, los ceniceros parecen malos candidatos.

Pero hemos de recordar que la sostenibilidad, uno de los rasgos más característicos de esta concepción urbana, no puede ni debe reducirse exclusivamente a tecnología porque si no estaremos dando de lado a los aspectos básicos y más eficaces de dicho concepto: la protección del medio ambiente en las ciudades mediante sistemas eficaces y respetuosos con dicho medio.

Ahora sí, parece que los ceniceros también sirvieran para algo.

Insignificantes colillas, importantísimos problemas

Un informe confeccionado por el Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo en el año 2008 calculaba que en España se desechaban, después de haber fumado, unos 32 millones y medio de filtros al año. Si las estimaciones hechas por otro estudio en Australia fueran correctas, un 50% de los cigarrillos se fuma en el exterior y, de todos ellos, el 59% acaba tirado en el suelo.

Es decir, que cerca de 4.000 millones de colillas, con la toxicidad que acumulan a lo largo de los varios años que tardan en degradarse, estarían alfombrando nuestro suelo urbano si nada se hubiese hecho al respecto.

¡Bonitas ciudades inteligentes nos iban a quedar!

Cenicero a la izquierda, al centro y a la derecha

Se sabe, y ahora con mayor intensidad por que la legislación antitabaco empuja a fumar en los espacios abiertos, que los mayores focos de acumulación de colillas se ubican en las aceras de las calles con más empresas. Este fenómeno se repite en mayor o menor grado en zonas públicas análogas donde el trabajo o el ocio congregan a grandes colectivos de ciudadanos.

Con esta premisa lo vanguardista, lo inteligente, lo rentable, lo tecnológicamente eficiente no será colocar dispositivos TIC con no se sabe cual extraña función, ¿verdad? Por eso, los ceniceros pueden ser también mobiliario urbano sostenible.

En varias ciudades, después de experiencias piloto previas, se han instalado ceniceros exteriores en diversas localizaciones especialmente conflictivas en cuanto a la acumulación de colillas. Y, aunque al final todo depende de la buena voluntad del fumador de turno, el hecho de que existan ceniceros a la izquierda, a la derecha o allá donde mire parece que condiciona su conducta y acaba tirando la colilla en su interior en la mayoría de los casos.

Eficiencia y sostenibilidad en estado puro (o mejor, colilla de puro).

Eficiencia y sostenibilidad que comparten también, dentro del mobiliario urbano sostenible, la gama de ceniceros de FORJAS ESTILO ESPAÑOL. Cabe destacar en su oferta el Cenicero Fer, rápidamente asociado con la función para la que ha sido diseñado por el impacto visual que produce su aspecto en forma de cigarrillo.

Con esto y un poco de buena voluntad, las “ciudades inteligentes” se ganarán su nombre no por lo ingenioso de su tecnología sino por la inteligente actitud de los ciudadanos que la habitan y respetan.